jueves, 6 de marzo de 2014

Crianza y solera

En toda empresa y sin motivo aparente, hay departamentos o delegaciones que funcionan ejemplarmente y las que no funcionan. Por lo general, casi siempre, las decisiones que se toman con los que funcionan mal es cambiar los colaboradores que supuestamente inducen al mal funcionamiento. Pasado un tiempo prudencial, sigue funcionando igual o peor. Vuelta a la criba, y con los mismos resultados.

Por el contrario, los que funcionan bien, cuando hay salidas e incorporaciones siguen funcionando correctamente.

Cuando me he encontrado con estos casos, siempre los he explicado por el sistema de crianza y solera del vino de Jerez. Os explico brevemente como funciona. Las botas puestas unas sobre otras forman el sistema de crianza, la de solera, de suelo, es de donde se saca el vino para consumo, pero solo se saca una parte de su contenido, que sera rellenado con vino mas joven procedente de las botas de crianza.

Dentro de la bota, el vino viejo le va a transmitir sus propiedades al vino joven, consiguiendo un vino de calidad en una mezcla de añadas. Esto es lo que pasa con los departamentos que funcionan bien, las incorporaciones nuevas toman la forma de trabajo y adquieren sus propiedades.

¿Pero que pasa cuando una bota se avinagra? Todo vino joven que entre en ella se avinagra, como pasa en los departamentos que funcionan mal, toda nueva incorporación termina adquiriendo ese avinagramiento del trabajo. La solución mas traumática es cambiar la bota.

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