¿Quien no ha tenido un cliente como una olla a presión a punto de estallar? Da igual el motivo, no le llego el pedido, el servicio ha sido defectuoso, el comercial no lo trato bien, etc...
Los clientes se creen únicos y así debemos hacer que se sientan. No demores la visita, no esperes a que la presión siga subiendo en la olla. En un 70% de los casos, el cliente, lo que necesita es ser escuchado.
Haz la visita, y escuchalo, lo normal es que tengas que aguantar 5 minutos de reproches, pero al sentir que eres receptivo con su problema, la olla ira perdiendo presión. Durante esos 5 minutos, no le lleves la contraria, no le discutas, no busques escusas. Solo escuchalo, es su derecho a desahogarse.
Cuando este mas calmado, dale parte de razón, aunque no la lleve. o dasela si la lleva. Que sienta que su enfado y sus quejas han sido recogidos por ti.
Nunca descargues la culpa en tu comercial, es preferible asumir tu la culpa y el error. El comercial tendrá que seguir viéndolo semanal, quincenal o mensualmente. No lo dejes débil ante el cliente.
Prometele averiguar el motivo del error, que vas a intentar arreglarlo en el menor tiempo posible. Si sabes que lo vas a arreglar en 3 días, dile que tardaras 5 días. pero al tercer día, una vez arreglado, ve a verlo otra vez para decírselo, o dale una llamada de teléfono. al cliente le dará la sensación que su problema ha sido prioritario para ti.
Por ultimo, a los 15 días o al mes, vuelve a visitarlo, preguntale si todo esta correcto, si ha vuelto a tener el problema o algún otro problema. La mayoría de los problemas de los clientes, suelen tener una base de falta de cariño por nuestra parte.
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